En los últimos años, una expresión curiosa pero alarmante ha comenzado a circular entre veterinarios y amantes de los felinos: el «síndrome del gato volador». Aunque el nombre pueda parecer gracioso o incluso sacado de una caricatura, lo cierto es que esconde un problema muy serio que puede poner en grave riesgo la vida de nuestros gatos domésticos.
En este artículo te explicamos en qué consiste este fenómeno, por qué ocurre, cómo prevenirlo y qué hacer si tu gato ha sido víctima de este síndrome. Porque amar a tu gato también es protegerlo del peligro, incluso del que se esconde tras una ventana abierta.
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El llamado síndrome del gato volador hace referencia a los accidentes provocados por caídas desde ventanas, balcones o terrazas en altura. Es decir, cuando un gato cae desde un piso elevado (a menudo más de un segundo piso) al intentar saltar, perseguir algo o incluso por un resbalón.
Este síndrome no es una enfermedad, sino un conjunto de lesiones traumáticas que sufren los gatos al precipitarse desde grandes alturas. Se trata de un fenómeno bastante común, especialmente en entornos urbanos donde los felinos viven en apartamentos con acceso a exteriores no protegidos.
El nombre proviene del comportamiento felino de trepar, saltar y moverse con agilidad por superficies altas. Muchos propietarios piensan erróneamente que los gatos “siempre caen de pie” o que “no les pasa nada si se caen”, lo que ha contribuido a trivializar un riesgo real.
El término «gato volador» se utiliza de forma casi irónica para describir a estos felinos que, por curiosidad o por un impulso cazador, terminan cayendo por una ventana o balcón abierto. Y aunque algunos sobreviven gracias a su increíble capacidad de orientación durante la caída, otros no tienen tanta suerte.
Los gatos son, sin duda, animales increíblemente ágiles. Su cuerpo está diseñado para trepar, escalar y mantener el equilibrio en espacios reducidos. Sin embargo, hay varias razones por las que pueden llegar a caer:
Impulso cazador: Un insecto, una paloma o cualquier movimiento puede disparar su instinto de caza, haciéndoles saltar sin calcular el riesgo.
Desorientación: A veces, los gatos resbalan o se desestabilizan al caminar por barandillas o bordes angostos.
Sueño o relajación: Algunos se quedan dormidos al sol en el borde de una ventana o se estiran demasiado sin darse cuenta de lo cerca que están del vacío.
Juegos o peleas: Si hay más de un gato en casa, un juego o pelea puede terminar en una caída accidental.
Mal cálculo de distancia o superficie: Incluso el gato más ágil puede cometer errores al calcular la fuerza o dirección de un salto.
Los hilos de nylon extrafuertes garantizan la máxima seguridad para su gato en el balcón o la ventana debido a su naturaleza. La red para gatos terraza de protección resistente a las lágrimas es muy duradera gracias al material de nylon de alta calidad, resistente a los rayos UV y a la corrosión atmosférica. Esta red balcon gatos es ideal para mantener a tu mascota protegida y segura en todo momento.
Los estudios veterinarios han documentado que los gatos tienen mayor capacidad de sobrevivir a caídas desde alturas intermedias (entre el tercer y sexto piso), en comparación con caídas desde alturas más bajas o excesivamente altas.
Esto se debe a un fenómeno llamado «reflejo de enderezamiento»: a partir de cierta altura, el gato tiene tiempo de girar su cuerpo en el aire, extender las patas y reducir la velocidad de caída al aumentar su resistencia al aire.
Sin embargo, esto no significa que un gato que cae desde el séptimo piso no sufra lesiones graves, como fracturas, lesiones internas o daños en la mandíbula, pelvis o columna.
La supervivencia no implica ausencia de consecuencias.
Cuando hablamos del síndrome del gato volador, nos referimos a un conjunto de lesiones que pueden incluir:
Fracturas de patas, especialmente las delanteras
Traumatismo torácico
Neumotórax (aire en el espacio pleural)
Fracturas de mandíbula
Lesiones internas en órganos abdominales
Daño en la columna vertebral
Hemorragias internas
En casos graves, el gato puede fallecer al instante, o sufrir complicaciones horas después de la caída.
La buena noticia es que sí, se puede prevenir fácilmente. La mayoría de estos accidentes ocurren por descuido o desinformación. Aquí te dejamos algunos consejos clave para evitar que tu gato se convierta en un «gato volador»:
Es la medida más eficaz y sencilla. Existen mosquiteras especiales para gatos que se fijan a marcos de ventanas y balcones. También hay redes resistentes que pueden cubrir todo el perímetro de una terraza. Puedes compraras haciendo clic aquí.
Evita dejar ventanas o puertas de balcón abiertas cuando no estás en casa o no puedes supervisar a tu gato. Incluso si parece tranquilo, cualquier estímulo externo puede hacer que actúe de forma impulsiva.
Si tu gato accede a estanterías altas o cornisas, asegúrate de que no haya acceso directo a ventanas abiertas o zonas peligrosas.
Aunque tu gato nunca haya mostrado interés en salir al balcón, no quiere decir que no lo haga un día. El instinto felino puede activarse en cualquier momento.
Si sospechas que tu gato ha caído desde una ventana o balcón:
No lo muevas innecesariamente: Puede tener lesiones internas o fracturas. Evita manipularlo mucho.
Acude al veterinario inmediatamente: Incluso si parece estar bien, podría tener lesiones internas no visibles a simple vista.
Observa señales de shock: Respiración acelerada, encías pálidas, temblores, debilidad o falta de respuesta.
Comunica lo ocurrido con detalle al veterinario: Desde qué altura ha caído, cuánto tiempo ha pasado, y cualquier síntoma que observes.
La rapidez en la atención puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
Aunque el riesgo de lesiones es menor, no está completamente descartado. Un gato que cae desde un primer piso puede lesionarse si el suelo es duro, o puede escaparse y extraviarse. Además, una caída desde una altura baja puede ser el primer paso para que el gato aprenda a salir solo, con todos los peligros que eso implica: coches, perros, personas malintencionadas, enfermedades, etc.
Muchos gatos viven en pisos con terraza o balcón, y sus dueños confían en su equilibrio natural. Sin embargo, incluso los gatos más experimentados pueden tener un accidente. Recuerda: un solo segundo puede cambiarlo todo.
Instalar una red o malla no quita libertad, suma seguridad. Y si tienes una terraza amplia, puedes convertirla en un espacio «catio» (patio para gatos), cerrándola completamente para que puedan disfrutar al aire libre sin peligro.
Veterinarios de todo el mundo coinciden en que los accidentes por caída son más frecuentes de lo que la gente cree. En muchas clínicas, especialmente en primavera y verano, los casos de «gatos voladores» aumentan notablemente por el buen tiempo y las ventanas abiertas.
Algunos gatos sobreviven sin daños aparentes, pero otros requieren cirugías costosas, hospitalización e incluso quedan con secuelas permanentes. En los peores casos, el resultado es la muerte del animal.
El síndrome del gato volador no es una historia exagerada ni un invento viral. Es una amenaza real que cada año afecta a miles de gatos en todo el mundo. Y lo más preocupante es que, en la mayoría de los casos, se podría haber evitado con una simple red o mosquitera.
Cuidar a tu gato no es solo darle comida, juguetes y mimos: es también protegerlo de los riesgos del entorno doméstico. Porque aunque tenga siete vidas, basta una caída para que no le quede ninguna.
Así que ya lo sabes: si amas a tu felino, evita que se convierta en un «gato volador». Instala protección en tus ventanas, vigila los accesos al exterior y comparte esta información con otros dueños de gatos. Entre todos, podemos salvar muchas vidas felinas.
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